lunes, 31 de marzo de 2008

Ausencia


Silencié mis palabras, por temor a perderte,
callé mis sentimientos y apacigüé caricias
y hoy, que ya te has ido, buscando un nuevo vuelo,
quisiera que llevaras, contigo, mi sonrisa.

Quizás pasen los años, los días lentamente,
y surquen, en tu cielo, nuevos trinos y versos,
quizás la primavera, no aparezca en tu vida
y el invierno se pose como dueño del tiempo.

Pero quiero que sepas, que aquí estaré siempre
y en el nido silente, que dejaste de herencia,
guardaré los momentos que una vez compartimos
como el mejor legado, mientras lloro tu ausencia.

…Y tal vez me arrepienta de no habértelo dicho,
culpo a esta timidez de boca provinciana,
que se muerde los labios, ahogando el aliento,
por no romper la magia, con su necia palabra.

Quizás, por esas cosas curiosas de la vida,
volvamos a encontrarnos, volvamos a querernos,
tú callarás por miedo a que no quede nada,
yo callaré pensando que es mejor el silencio.

Y pasará la vida, como pasa por todo,
sin oír, en su paso, nuestras voces cansadas
y seremos el eco de un pasado que duele
y seremos derrumbe a este vuelo sin alas.

Entonces, aún dormida, deslizaré mi mano
cautelosa, anhelante, debajo de la almohada,
allí estarán tus versos, como un caudal oculto,
albergando pedazos de tu alma y mi alma.


jueves, 27 de marzo de 2008

Esta noche...


Ebrio de penas, solitario en soledades inamovibles, dolor en tu dolor, llanto extinto por tu llanto, herencia de caudales áridos en cada surco de lo que esperabas ver florecer.
Entonces, casi sin que lo notaras, canté para ti, canté para mí..
(Porque sé como se extraña ese abrazo y es lo único que me hace blasfemar contra el olvido)


Esta noche amigo mío
el alcohol nos ha embriagado
que me importan que se rían
y nos llamen los mareados.
Cada cual tiene sus penas
y nosotros las tenemos..

Hoy vas a entrar en mi pasado..
Quizás hoy..


viernes, 21 de marzo de 2008

Ocaso


..es así cuando, a veces, ya no quedan cristales que romper en el alma para dejar desangrar la pena.

domingo, 16 de marzo de 2008

Suspendida




Entonces, me fui al mar y no me iba.
Viajé hacia la montaña y no pude escaparme.
Me encaminé a los valles y no pude marcharme.
Maldita pretensión de partir aún quedándome,
de permanecer en todo aunque quisiera irme.

viernes, 14 de marzo de 2008

Ella era extraña...ausencia de miedos, mariposa de alas libres



Sentido de su ausencia
(Alejandra Pizarnik)

Si yo me atrevo
a mirar y decir
es por su sombra
unida tan suave
a mi nombre
allá lejos
en la lluvia
en mi memoria
por su rostro
que ardiendo en mi poema
dispersa hermosamente
un perfume
a amado rostro desaparecido
--

Ella se miraba antojadizamente siempre las rodillas, escudriñando cicatrices que dejó una niñez feliz. Buscaba geografías transitadas en cada pliegue de su piel, logrando estremecer el tiempo ido, regalándole horas rejuvenecedoras.
Trepaba, por hilos de ternura, alcanzando la luna menguante de mi corazón ceñido por evocaciones nostálgicas, hasta revertir su noche y construir constelaciones renovadoras.
Todo un movimiento telúrico cimbraba sus caderas, sin perder cierto grado de ingenuidad que la hacía más sensual aún. Era una mezcla perfecta de niña y mujer, de locura y cordura, de pasión y medida, como un brindis esperado y deseado por la naturaleza toda.
Caminaba segura de su paso, como si supiera que la tierra la imitaba y concertaba su rotación según el ritmo de su marcha.
Dibujaba caracolas sobre el asfalto y entre sus dedos, el sol se derramaba en arena tibia sobre el mar de pupilas del cemento, otrora esquivo de aguas.
Trenzaba la sonrisa de los niños, convirtiéndola en guirnaldas que, sin más, colgaba en las sombras de mi pena y hacía una fiesta invitando a la locura a nuestra mesa de manteles de alba.
En fin, sabía que no era normal, pero precisaba de todo lo que la rodeara.
Fui feliz, inmensamente feliz, cuando ella me rescataba de mis tardes negras para volar a universos que protegía a los ojos del mundo.
Lo confieso, a veces tuve miedo, la gente me lo había advertido.
Era rara, aportaba desconcierto a todos, menos a mí, pero no fui capaz de comprender su tesis de felicidad.
Un martes, cuando el sol luchaba contra una tarde tornadiza, llegó a mí, llevaba café de almendras y galletas de trigo para compartir el silencio del crepúsculo. Me miró, bajé los ojos, abrí mi viejo libro y leí el adiós de las horas. Se detuvo por unos instantes, sacó algo de su bolsillo y lo puso bajo la almohada.
La vi alejarse junto con el sol, como si el atardecer se la tragara toda.
Me quedé encandilado por su ausencia. Pasadas unas horas, me recosté y descubrí un par de alas raídas por la incertidumbre.
Nunca más volví a verla. Jamás comprendí el por qué de mi temor.
Esta tarde vino a mí, cuando al abrir mi libro, escapó una mariposa que creía muerta, de entre sus páginas.
Es difícil explicarlo, sólo sé que lo viví.

--
Estando a 19 de diciembre del 2007
http://www.grupobuho.es/mensaje-foro/
43097-vamos-a-contar-historias/start/8760

miércoles, 12 de marzo de 2008

Mi querido Principito





--
Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya.
El Principito.

--
Afuera el viento ruge un réquiem prematuro al verano. Tras mi ventana una encina danza vanidosa henchida de bellotas verdes, verdes como el tallo de tu rosa.
El lago anda inquieto estos días, pareciera que algo espera, como si esperara como yo te espero.
Cae una tenue neblina; si no mirara la fecha, diría que el otoño se apodera de todo el paisaje e invade las cosas sabiéndose dueño de esta estación nostálgica.
Y aquí estoy yo, invadida también de recuerdos, de la imagen de un patio en el viejo pueblo, de una infancia colmada de aromas frescos y esperanzadores, de ti, de nosotros, de tantos sueños forjados bajo faroles y luciérnagas.
Cómo has estado?, Dónde andas hoy?
He perdido tu pista. Sí, lo sé, últimamente parece que divago en esa tierra de nadie, donde ni siquiera Dios sabe que pertenece a que. Es mi locura, ha empeorado según todos y poco puede hacerse ya.
La verdad, no me incomoda, no sé por qué es condenada, por qué asumen que preciso tragar cápsulas y cápsulas para permitirme estar bajo control en este mundo
Y qué el mundo no era de todos?
Mi planeta Azul está algo descuidado, lo sé. Hace un par de noches, la luna descendió a mi almohada y me lo dijo. Me contó sobre mi mar, mi sur, mis constelaciones.. Tú sabes, es mujer y ellas son tan preocupadas de los detalles.
No tengo claro cuanto tiempo permaneceré aquí. La última vez fue por cinco semanas y en cinco semanas pasan tantas cosas. La lluvia, por ejemplo, cambió su lenguaje por tañidos tenues. El viento ha invertido su ritmo como queriendo socavar el cielo en busca de nuevos horizontes, la Cruz del Sur dejó de vigilar la historia, se cansó de guerras, hambre, plagas..
No, no estés triste, te prometo que estoy bien. Aquí, mal que mal, se está tranquilo y, a veces, vienen los fantasmas del pasado a conversar conmigo.
Volveré a mi planeta en cuanto liberen mis alas de esta camisa blanca que las abraza como queriendo escapar con ellas, pero, mientras tanto, te pido que si pasas por ahí, te detengas, acaricies un poco mis perros, le hables a mi canelo y escribas en su tronco el verso que me regalaste.

lunes, 10 de marzo de 2008

Mientras te recuerdo.. (Carta no enviada, mayo, 2007)



Te escribo mientras bebo un café que se hiela con el tiempo de esperarte y ceñido por la torpeza de mis manos carentes de tu piel.
Te escribo desde el mismo rincón de siempre, desde donde nacen estas palabras poco legibles, desde donde, tantas veces, he pretendido confesar cada emoción que despiertas en mí, desde la frustración de no lograr alcanzar a trazar una letra que de paso al desahogo, desde mi timidez, desde mi pudor. Te escribo desde este dolor que carcome mis horas, desde esta ausencia de ti que mata y extravía mis sentidos, desde la carencia de tus ojos, desde el recuerdo de tu voz sembrando un te amo en cada rincón de mis días, desde la quietud de tu paso, desde tus por qué, desde tus fracasos, desde tus sueños rotos y tus secretos ideales. Te escribo desde mis noches pensándote, desde cada madrugada extrañando tus abrazos, desde el minuto en que consideré que perdía la libertad de continuar sintiéndote a mi lado.
Te escribo porque te amo tanto y este amarte en soledad es tormento agudo y constante.
Te escribo para reconocer que he intentado mil veces llamarte y me quedo mirando el teléfono e imaginando conversaciones que quizás nunca existan.
Te escribo contándote que he creado mil cartas no enviadas con mil sueños tuyos, míos..
Te escribo para que sepas que siempre estarás en mí, porque me enseñaste a volver a creer que es posible renacer cuando el amor es capaz de destruir distancias y, porque este amarte así, es lo único que profesé sería para siempre.
Te escribo para terminar de desnudar mis dogmas, mi orgullo, mis temores y mi no saber amar sin reclamarte segundo a segundo.
Te escribo porque se hace inmenso este silencio y ya no sé vivir las horas de un futuro que me asecha.
Te escribo, te escribiré cada día, aunque nunca estas cartas lleguen a ti.

sábado, 8 de marzo de 2008

Ausencia de ti.



Sigue lloviendo y la lluvia ya no me sabe a encuentro, a libertad de cielos, a esencia de nubes, a calzadas de arco iris, a sur, a selva, a ti..
Sigue lloviendo y en el vientre de esta noche de ausencias, se funden los puñales que lacerarán mis amaneceres blancos. Nuestros sueños se desploman en abismos de sombras y no existe un lazarillo a sus ciegas pupilas.
Se quiebra mi voz, llora mi silencio y entre mis labios palpita tu nombre como queriendo convencerme que si te llamo volverás a mí.
Quizás, mañana, siga lloviendo y la lluvia sea el único reloj que cuente las horas rotas de esta tristeza.

Sigue lloviendo, amor, sigue lloviendo..

viernes, 7 de marzo de 2008

Volvimos a mirarnos..





…entonces, mis pupilas caminaron descalzas por tus ojos y me quedé ceñida en nuevos horizontes y así, mágico instante, redescubrimos la esencia de este amor, desterrando el miedo de la duda.

jueves, 6 de marzo de 2008

Coincidimos..




..y en aquella penumbra,
la humedad de tu lengua hilvanaba obscenidades,
desataba rebeliones indomables en cada cúspide,
explorando los vértices de lugares remotos,
así, de pronto, estábamos los dos, devorándonos el alma,
masticando codicias, derrochando lujuria,
incitando el placer de en cada comisura del deseo.

miércoles, 5 de marzo de 2008

Sólo a veces..



Duele el día. Zarpazos de horas lo embisten
cual hueste invasora y, a veces, tengo miedo, mucho miedo,
del minuto que aún no llega.

martes, 4 de marzo de 2008

Metamorfosis



Explicar con palabras de este mundo
que partió de mí un barco llevándome.
(Alejandra Pizarnik)
--

Estaba embebida de farsas, ebria de hipocresías bestiales, sumida en la penumbra de esqueléticos sueños, revolcándome en lamentos que ondeaban sortilegios malparidos...

Estaba... y tan sólo era preciso dejar de mirarme en ti, para renovar el alma y surcar nuevos vuelos.